Ximena Navarrete, Miss Universe 2011, lamenta mucho la tragedia que ha azotado a Japón con un terremoto y un tsunami que ha dejado a miles de muertos, por lo que le pide al mundo que se una en oración, ya que como católica es fiel creyente.

“Uno tiene que aferrarse a la oración y me da mucha pena esta desgracia. En los países latinos somos bastante creyentes y somos apegados a todo esto y por supuesto en estas situaciones lo que hago es orar.  Lo mejor es pedirle a Dios por estas personas”, dijo la beldad mexicana durante una conferencia de prensa, celebrada en  el pabellón de Chrysler en el Puerto Rico Open, el torneo de golf profesional más importante del país que empezó el jueves en el Trump International Golf Club del Coco Beach Resort de Río Grande.

Debido a que su país que también ha sido sacudido por sismos y se encuentra en  aviso por la posibilidad del paso de un tsunami, agregó que “no quiero que le pase nada a mi país ni a ningún país, pero las desgracias ocurren”.  

Ximena Navarrete estará mañana, sábado, a partir de las 2:00 de la tarde, en el pabellón de Chrysler repartiendo autógrafos junto con Miss Universe Puerto Rico, Viviana Ortiz.

No le atrae actuar

Nunca ha contemplado la idea de ser actriz porque es algo que no le llama la atención, sin embargo no lo descarta tampoco. 

Su pasión es el modelaje  asegura a Primera Hora  “me gusta y sé hacer. La actuación la dejo como una puerta abierta, pero primero tendría que llegar a México para saber qué haré (cuando entregue la corona en Brasil, el próximo 12 de septiembre).

Su legado como reina

Su legado en Miss Universe quiere que sea que “que se acuerden  de mí como alguien que trabajó mucho y con ganas y con buen espíritu para ayudar y servir a la gente. Quiero que me recuerden como una mexicana orgullosa de ser latina”.

La corona

Tras siete meses de reinado, la beldad mexicana siente que de aquí a que entregue la corona a su  sucesora, estará más que preparada para ese paso y para emprender nuevas metas en su vida personal y profesional.

Su mayor satisfacción ha sido el apoyo de su familia y de su novio hace tres años.

Su experiencia

Lo que más le ha impactado a la simpática reina en el tiempo que lleva como Miss Universe es “el contraste de estar un en una actividad con gente rica y famosa y al otro día con niños muriéndose de hambre”, indica la joven de 23 años de edad.