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25 sept 2011
Miss Intercontinental'11; Monumentos con banda de misses
Paseo cultural de las jóvenes que toman parte en el certamen de belleza de Miss Intercontinental, que se desarrollará en los próximos días en la ciudad.
Ayer tocó un recorrido por algunas de las zonas más emblemáticas de la ciudad y una visita a varios de los monumentos que atesoran las calles del centro histórico oriolano.
La cita se realizó a partir de las once de la mañana, cuando desde la puerta del Hotel Tudemir empezaron a desfilar las bellezas de cinco continentes. La mañana era espléndida, tras la lluvia caída la noche antes. La comitiva se encaminó, guiados por la trupe de la organización hacia la plaza del Marqués de Rafal, donde echaron un vistazo a las casas palacio de la zona, para después dividirse en dos grupos y encaminarse hacia la Catedral, donde atenderían las explicaciones de un guía que les dio a conocer la monumentalidad.
Las chicas, compostura ante todo, atendían la disertación, algunas vestidas con trajes ligeros, otras en vaqueros y todas con la preceptiva banda identificativa del país de origen.
Era como una reunión de Naciones Unidas pero estética y con tacones de vértigo que a más de una le jugaron una mala pasada entre las piedras de la Plaza de las cadenas. Otras iban más desenvueltas sobre esos andamios calzados que a una mujer normal habría que regalar con el acompañamiento de una biodramina. Eso sí atendían con una compostura de profesionales porque para eso han venido, para forjarse un hueco en el quién es quién de la belleza y entrar en las agencias de modelos a labrarse un porvenir.
Mientras las cámaras de la organización no dejaban de grabar ni de fotografiar cada uno de los detalles, planos cortos, posados, por grupos pequeños o grandes y siempre atentas a las órdenes de la organización.
Algún que otro saludo tímido a los coches que pasaban por la calle, con conductores de miradas clavadas desde la ventanilla hacia la comitiva y el retrovisor para no perderse detalle tras el encuentro con las guapas.
Las chicas entraron en la seo oriolana y muchas se quedaron mirando el órgano, tan grande y brillante en lo alto del templo que no pudieron resistirse a echarle una foto. Desde allí se dirigieron hacia el colegio de Santo Domingo y también a conocer el Rincón Hernandiano.
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